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viernes, 16 de noviembre de 2012

Champiñón

Hace unos días, con la llegada del otoño, os hablé de las setas de forma general. Hoy aprenderemos un poco más sobre los champiñones. Esta seta, muy beneficiosa para la salud, ha estado mucho tiempo relegada a simple guarnición de platos. Paulatinamente, gracias a campañas de información sobre esta seta, va aumentando su consumo.
Pero antes de entrar en materia, un par de recordatorios:
- Las setas necesitan cocinarse para poder aportar beneficios para nuestra salud, pues las paredes celulares de los hongos contienen quitina, un compuesto que es indigerible. Al cocinar los hongos conseguimos romper éste compuesto, y favorecemos la digestibilidad de las setas, lo cuál nos ayuda a asimilar mejor sus nutrientes.
- Como cualquier seta, los champiñones de cultivo son totalmente seguros y no hay riesgo de envenenamiento, pero no se deben comer nunca hongos silvestres.

CHAMPIÑONES:
Los champiñones son los hongos más consumidos. Además del champiñón común o champiñón de París (de color blanco) existen también otras variedades: los de Portobello (color café), los Crimini (con sombrero oscuro, y que son los champiñones de Portobello en su etapa de crecimiento), los Oyster (con tonalidades de color café a gris tenue), o los Shiitake (variedad más nutritiva pues que contiene todos los aminoácidos esenciales).

Aunque pertenecen al reino de los hongos, desde el punto de vista alimenticio los champiñones (Agaricus bisporus) son considerados como productos vegetales. Por ello una ración de champiñones, como sustituto de una ración de vegetales estará compuesta de unos 200 g de champiñones limpios.

Entre sus características nutricionales destacamos que proporcionan relativamente poca energía (casi carecen de grasa), son ricos en agua (90%), contienen fibra, proteínas, vitaminas del grupo B, y minerales beneficiosos como el potasio y el cobre, y son pobres en sodio.

En la tabla siguiente, extraída de la web de la Sociedad Española de Hipertensión, se resumen los valores nutricionales del champiñón común:


No obstante, las proteínas que contienen son de baja calidad (por la falta de ciertos aminoácidos esenciales) y en el caso de no tomar otro tipo de proteínas (dietas veganas) deberían combinarse con otros productos que contienen metionina y cisteína para completar así los aminoácidos esenciales necesarios (como por ejemplo arroz, maíz, o tofu).

CONSUMO DE CHAMPIÑONES:
Por contener cerca del 90% de agua, es recomendable comprar el champiñón fresco y consumirlo en un par de días, guardándolo siempre en nevera.
Para lavar los champiñones, se debe hacer de manera rápida ya que sino absorberán mucha agua y esto provocara un endurecimiento en su preparación final. Primero lavamos bajo el grifo, con agua fría, para eliminar la tierra adherida, y luego acabamos de limpiar con un paño húmedo, sin frotar.
Una vez cortados, se recomienda rociarlos con zumo de limón, para evitar que se oxide y pierda su tonalidad blanca.

Os dejo algunas ideas sobre cómo consumir champiñones con el link al recetario sobre el champiñón: Recetario del champiñón

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