El agua cumple una función vital en nuestro
organismo, ya que regula el buen funcionamiento de todas las células, favorece
el transporte de los nutrientes y de las sustancias orgánicas en el sistema
circulatorio, elimina toxinas, mantiene el buen funcionamiento de los riñones,
regula la temperatura corporal absorbiendo el calor
ante cualquier pequeño cambio de temperatura y liberándolo a través de la
transpiración, previene el estreñimiento, etc.
El cuerpo humano adulto contiene un
promedio del 65% de agua, del cual, cada día perdemos entre 1 y 3 litros repartidos
en: perdidas por la orina (1500 ml), por las heces (150 ml), la respiración
(400 ml) y el sudor (350 ml – sin contar la realización de ejercicio físico y
el calor ambiental). La pérdida neta diaria puede oscilar, y por tanto, es
necesario que la restituyamos, con el fin de mantener el organismo siempre bien
hidratado en cualquier etapa de la vida.
Para lograr una correcta hidratación y un buen
estado de salud es necesario reponer todo el líquido que se pierde. Entre el 75
y el 80% de las necesidades hídricas diarias del organismo se obtienen a través
de las bebidas. Variar los líquidos que se toman a lo largo del día ayuda a
beber más y favorece cubrir facilemnente las necesidades de hidratación.
Podemos tomar además de agua potable (del grifo o embotellada), otros alimentos
ricos en agua como zumos de fruta (contienen un 90% de agua), infusiones (con
un 98% de agua), y leche, batidos y otros productos lácteos (con contenido de
agua entre el 80 y el 90%), caldos y sopas,…
Pero, ¿cuánta agua necesita nuestro organismo de
forma habitual?
Las personas adultas tenemos unas necesidades
hídricas distintas según su edad, sexo, peso corporal, condición física, estilo
de vida, trabajo que realiza, práctica de deporte, condiciones climatológicas
del entorno donde vive, alteraciones físicas y enfermedades,… Además hay
algunos colectivos de población con riesgo de falta de hidratación: niños (su
cuerpo posee más agua que los adultos, un 75 % de agua, y aún no reconocen el
mecanismo de sed y les cuesta beber), adolescentes, personas mayores (el
mecanismo de regulación térmica se deteriora y disminuye la sensación de sed),
mujeres embarazadas o en periodo de lactancia (hay un aumento de las
necesidades de líquidos).
En el estudio publicado el 26 de marzo de 2010 “Dietary references values for water” se
expone la cantidad de agua que necesita nuestro cuerpo para estar saludable y
funcionar correctamente. Como recomendación general y en
condiciones de temperatura y actividad física moderada, los adolescentes a
partir de 14 años, los adultos y los ancianos deben tomar entre 2 y 2,5
litros de agua u otros líquidos, una ingesta recomendable tanto para
hombres como para mujeres, aunque como hemos comentado, esta recomendación
general se adaptará a las condiciones particulares de cada persona.
En la tabla siguiente se muestra un resumen de las
necesidades hídricas según las edades, extraída del informe citado:
Grupo de población
|
Ingesta adecuada
diaria de agua (ml/día)
|
|
< 6 meses
|
100-190
(ml/kg/día)
|
|
6-12 meses
|
800-1000
|
|
1-2 años
|
1100-1200
|
|
2-3 años
|
1300
|
|
4-8 años
|
1600
|
|
9-13 años
|
Varón
|
2100
|
Mujer
|
1900
|
|
14-75 años
|
Varón
|
2500
|
Mujer
|
2000
|
|
Mujer embarazada
|
2300
|
|
Mujer periodo
lactancia
|
2700
|
|
> 75 años
|
Varón
|
2500
|
Mujer
|
2000
|
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