Alimentos que ayudan en caso de bronquitis

En invierno una de las enfermedades más comunes es la bronquitis. La bronquitis es un proceso inflamatorio de la capa mucosa que recubre el interior de los bronquios. Suele acompañarse de tos, mucosidad y fiebre. Normalmente es de causa infecciosa, que se agrava por la inhalación de humos irritantes como el tabaco. Cuando afecta a los bronquiolos se denomina bronquiolitis.

Por supuesto que, ante el primer síntoma de esta enfermedad, es importante acudir al médico para recibir un tratamiento curativo. Pero además podemos tener presente que existen una serie de alimentos que debido a sus propiedades mucolíticas, emolientes o antibióticas, pueden ayudarnos a sanear los bronquios.

Nutrición en episodios de bronquitis:

1. La bronquitis agradece beber mucha agua. Es el primer consejo para conseguir que la mucosidad presente sea más fluida y nuestro cuerpo la pueda eliminar más fácilmente. Un modo de ayudar a tomar agua, es a través de infusiones (en especial de manzanilla), o en forma de caldos vegetales.
2. Cebolla: El aceite esencial que contiene la cebolla es mucolítico, expectorante y antibiótico. Es preferible tomarla cruda o inhalar su esencia (por la noche, poner una cebolla cortada en la habitación cerca de la cabecera de la cama).
3. Ajo: Su esencia sulfurada es antibiótica y mucolítica. Se puede tomar crudo, o si se prefiere, para evitar el molesto olor a ajo, se puede tomar en forma pastillas (Las perlas de ajo están en venta en herboristería o farmacia).
4. Rábano: Contiene una esencia sulfurada de acción picante, que facilita la eliminación del exceso de mucosidad bronquial. Se puede tomar crudo.
5. Dátil: Ablanda las mucosas respiratorias. Hervidos con un poco de agua, durante unos 20 minutos, resulta una decocción que constituye un remedio tradicional a los catarros bronquiales. Se recomienda beber dos tazas al día.
6. Higo: Calma la tos, facilita la expectoración y suaviza las vías respiratórias. Además es una fuente de hierro y vitamina B.
7. Miel: Ejerce una suave acción sedante, antitusígena y suavizante de las vías respiratorias.
8. Propóleo: Considerado el antibiótico natural por excelencia, protege y desinflama las vías respiratorias.
9. Borraja: Esta verdura contiene mucílagos de acción emoliente (suavizante), con lo cual suaviza las mucosas, facilita la expectoración y aumenta la transpiración o producción de calor (acción sudorífica). Tomada hervida en su caldo resulta beneficiosa para el aparato respiratorio.
10. Vitamina C: La falta de vitamina C es uno de los factores más relacionados con las bronquitis sobre todo si la persona es fumadora (algunos estudios hablan de que cada cigarrillo destruye hasta 20 mg. de vitamina C). Presente principalmente en los cítricos (naranja, limón y pomelo) y el kiwi, tiene un papel importante en la mejora de la actividad inmunitaria.
11. Vitamina A: Necesaria para el estado óptimo de las células que tapizan el interior de los bronquios. La zanahoria, los vegetales frescos de hoja verde oscuras como las espinacas (consumir crudas o cocinadas al vapor y por poco tiempo), y algunas frutas como el mango o el albaricoque son buenas fuentes de beta-caroteno que se transformará en vitamina A en nuestro organismo.

Alimentos que deberíamos evitar en caso de bronquitis:

Sal: El sodio retiene agua en los tejidos, lo cual no resulta conveniente cuando existe un proceso infeccioso o inflamatorio.

Lácteos: Aumentan la producción de mucosidad, lo que puede desencadenar o agravar la tos.

Bebidas alcohólicas: El alcohol deprime las defensas y retrasa o dificulta la curación de la bronquitis

Grasas saturadas: Su exceso debilita el sistema inmunológico y retrasa la curación. Evitaremos el consumo de alimentos fritos, y carnes grasas.

Recordamos que estos alimentos y consejos ayudan a disminuir los síntomas, pero en todos los casos deberemos consultar con el médico, el terapeuta u otro profesional de la salud competente porque en ocasiones es indispensable el uso de medicamentos. La información contenida en este post tiene una función meramente informativa, no sustitutiva de la opinión médica.