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jueves, 8 de marzo de 2012

Temporada de fresas y fresones

A primeros de marzo empieza la temporada de la fresa y el fresón, que durará en nuestro país hasta finales de julio. En España se cultivan principalmente en Huelva (65% de la producción estatal), pero también son destacables las fresas cultivadas en la comarca del Maresme (Barcelona), un poco más tardías pero muy sabrosas, y las cultivadas en Valencia y Extremadura. 
Al elegir las fresas y fresones, nos aseguraremos que sean frutas gruesas, brillantes y de apariencia fresca, sin golpes, mohos, ni cambios de coloración, ya que son frutas delicadas que deben consumirse en un plazo breve de tiempo. 


Las fresas y fresones por sus pocas calorías (32,24 Kcal cada 100 g) y sus propiedades diuréticas las fresas son buenas aliadas en los planes de pérdida de peso.

De su composición por 100 gramos de porción comestible destacan su aporte principal de agua (91,6 g),  y el ser una fuente importante de vitamina C (54,93 mg), y en menor cantidad de vitamina E (0,23 µg), ambas con efecto antioxidante y por tanto preventivo del envejecimiento prematuro de las células.

Proporciona también vitaminas del grupo B: vitamina B3 o niacina (0,79 mg), vitamina B6 o pirodoxina (0,06 mg) y vitamina B9 o ácido fólico (61,57 µg). También aporta una cantidad de fibra considerable (1,68 g), además de minerales como el potasio (161 mg), hierro (0,46 mg), calcio (21,47 mg), magnesio (13,32 mg) y zinc (0,22 mg).
Vemos que posee un elevado contenido en potasio y es bajo en sodio (1,4 mg) y por ello, resultan muy recomendables para aquellas personas que sufren de hipertensión arterial o problemas en los vasos sanguíneos y el corazón.
Debido a su color rojo sabemos que son muy ricas en antocianidinas, que ayudan a evitar tumores pues potencia la acción antioxidante.
Es algo laxante por su alto contenido en fibra, y junto con su aportación de vitamina B9 contribuye a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Su consumo favorece la digestión, y ayuda a mejorar los estados de anemia ferropénica, pues su contenido en ácido fólico y vitamina C ayudan a asimilar el hierro, y mejora la resistencia a las infecciones.
Además contiene ácido salicílico que proporciona un efecto antiinflamatorio y anticoagulante, con lo cual se recomienda su consumo en caso de sufrir enfermedades de gota o artritis, ya  que favorece la eliminación del ácido úrico a través de la orina (efecto diurético). No obstante, en caso de litiasis renal por cálculos de oxalato, dado su contenido de ácido oxálico, están desaconsejadas. Además el contenido en salicilatos de las fresas es el responsable de las reacciones cutáneas (urticaria) que provoca, principalmente a las personas que tienen alergia a la aspirina (ácido acetilsalicílico).
Estas frutas por su gran valor nutricional son un postre o merienda ideal. Para no pasarnos con un exceso de calorías, evitaremos las natas y cremas como acompañamiento. Lo mejor es su consumo como fruta entera y bien madura. Otras opciones son tomarlas en batidos ligeros con leche desnatada, en zumos, bañadas en zumo de naranja, o con yogurt desnatado.

También son ideales para complementar una ensalada, ¿ya habéis probado alguna ensalada con fresas? Para los que queráis una nueva idea os dejo un link a una receta deliciosa: Ensalada de espinacas con fresas y vinagreta dulce

Nota: Una persona adulta sana necesita 60 miligramos al día de vitamina C, con 100 gramos de fresa casi cubrimos la totalidad de los requerimientos diarios.

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