Trucos para una cocina más saludable y económica

Durante la última década, en las que hemos vivido inmersos en el consumo y se nos ha presentado un sinfín de productos a nuestro alcance, que intentaban hacernos la vida más fácil (aunque supusiera pagar más), hemos olvidado las tradiciones de reutilizar las sobras, realizar conservas, aprovechar los restos para preparar otros platos,... tal y como hacían nuestras abuelas.

Con los tiempos actuales de crisis económica somos muchos los que hemos vuelto a buscar en las alacenas de la cocina aquellos trucos, recetas y consejos que usaban nuestras abuelas y bisabuelas, grandes sabias de la cocina. Os dejo algunas ideas prácticas que os pueden servir para recordar aquellos consejos oídos de refilón, que en su momento no supimos valorar, y que quizás ahora nos ayuden a llevar una vida más sencilla, y a la vez rica en salud.

- Guardar el caldo de hervir las verduras, es rico en minerales y contiene algunas vitaminas, para añadir a una sopa vegetal, o bien incorporándole carne o pescado e hirviéndolo de nuesvo, puedes convertirlo en un suculento caldo. Sólo necesitamos un bote de vidrio con tapa, donde verter el caldo hirviendo, e inmediatamente cerrar bien. Esperamos que se enfríe y se haga el vacío (notaremos que la tapa no se hunde ni hace ruido). Guardado en la nevera nos puede durar más de un mes.

- Con las sobras de carne o pescado de elaborar caldo, se pueden preparar unas deliciosas croquetas o completar una sopa a la que añadiremos la carne o el pescado desmenuzados.

- Aprovechar las ofertas de cebolla, ajos, pimiento,... y guardarlos en el congelador ya preparados: cebolla cortada, ajo y perejil picados guardados juntos o separados, pimiento asado, sofritos... Nos ahorrará tiempo después y se notará en nuestro bolsillo.

- Elaborar nuestras propias conservas de verduras (judías verdes, acelgas, espinacas, alcachofas, borraja,...): hervir las verduras y conservar en botes de vidrio realizando el vacío (si se guardan con el caldo de cocción bien caliente y el bote lleno hasta arriba, es decir casi sin aire, se hará el vacío enseguida y podremos guardarlo en el frigorífico o en la despensa). No es aconsejable guardar patata hervida.

- Elaborar nuestras propias mermeladas y confituras con frutas frescas.

- Usar el pan duro del día anterior para cortarlo a rodajas y tostarlo en el horno. Será unas bases perfectas para untar queso, paté, mantequilla, sobrasada... Se conservarán bien en un bote de cristal con tapa para evitar que se humedezcan. También puede usarse el pan duro paraañadir a una sopa, espesar una salsa o picarlo para utilizar como pan rallado para rebozar.

- La salsas sobrantes de guisos de carne o pescado, pueden guardarse congeladas para usarse como acompañamiento de un arroz blanco, u otro plato.
- Preparar aceites aromáticos en casa, introduciendo en un bote de vidrio aceite de oliva virgen con hierbas aromáticas, y dejando macerar. Tenéis algunas ideas en: Cómo elaborar aceites aromáticos

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Seguro que se os ocurren mil sugerencias más. Sólo es necesario usar la imaginación y realizar un proceso higiénico de conservación, asegurándose el vacío correcto en botes de vidrio, cociendo los alimentos adecuadamente, y congelando los productos a -18ºC. Recordar que es importante etiquetar los botes correctamente, anotando la fecha de producción, para poder consumirlos con un cierto orden.

¡Buen provecho y buenas ideas!